Mostrando entradas con la etiqueta Man at his worst. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Man at his worst. Mostrar todas las entradas

domingo, 17 de octubre de 2010

Querido visitante:

Probablemente te preguntes qué fue de este blog. Probablemente te preguntes qué fue de su blogger. No te lo preguntes. Simplemente intenta seguir con tu vida sin la vieja dosis de publicidad, cultura pop y otros crímenes perfectos que aquí encontrabas. Lo sé, no será fácil, pero al menos conservas todos aquellos posts (todos aquellos recuerdos) que compartimos, y tal vez algún día, sin saber dónde ni de qué forma, nos volvamos a encontrar.

Gracias por haber estado ahí.

Tuyo afectísimo,

Jaime.

jueves, 14 de mayo de 2009

Chicos tristes y solitarios.

Nunca fui un fan de Nacha Pop. Me gustaban, supongo, por una cuestión generacional, y como cuestión generacional lamenté el martes la muerte de Antonio Vega. Por supuesto, hubo un tiempo en que escuchaba muy a menudo sus canciones y las de otros chicos solitarios: Enrique Urquijo, Quique González, el Andrés Calamaro de Honestidad Brutal... Creo que me ocurría con esos discos como con los peores días de mi erasmus: me decía a mí mismo que me encantaba la lluvia de Londres y pasado un tiempo me preguntaba por qué estaba tan triste. La época en la que escuchaba tanto esa música pasó, quizá porque perdí la necesidad de buscar sentimientos de segunda mano, o quizá sea la madurez, Oh My God, o quizá un poco de todo eso agitado en la coctelera.

Toda esta reflexión, lo creáis o no, ha comenzado esta mañana mientras ponía en orden mi cuarto. En ese momento, doméstico y anodino, me ha asaltado a traición mi canción favorita de Antonio Vega. No sé cómo, pero ha logrado abrirse paso entre una tracklist mental de pop primaveral y entusiasta. Creo que incluso me he puesto triste un segundo. Quizá por Antonio. Quizá porque mi habitación está demasiado ordenada últimamente.

viernes, 30 de enero de 2009

Man at his worst # 12: Fallando a puerta vacía.

Hoy quiero dedicarle este Man at his worst a un buen amigo mío. Este amigo jugó anoche un partido importante, pero salió a defender y eso en el fútbol se paga. A todos nos ha pasado: nos plantamos firmes en la zaga defensiva y controlamos el balón en la media, pero arriba no sentenciamos y, como dijo don Alfredo di Estéfano, en el fútbol se gana marcando un gol más que el contrario. Habrá más jornadas, claro que sí, y a fuerza de insistir el esférico irá al fondo la red, pero anoche no quiso entrar. Por supuesto, esto no tiene nada que ver con el fútbol, amigos. Estamos hablando de mujeres.

Os dejo con un vídeo en honor a este gran amigo y a todos los que alguna vez hemos fallado a puerta vacía.

martes, 23 de diciembre de 2008

PERO QUÉ MAL, FATAL 2008: THE VERY WORST.

Bueno, bueno, bueno. Muchas gracias a todos por participar en la elaboración del ranking PERO QUÉ MAL, FATAL 2008. Estoy seguro de que se han quedado en el tintero grandes motivos de queja, terribles crímenes sin vengar, pero hay que seguir adelante y hacer del 2009 una vendetta permanente.

Recordad que en tiempo de crisis debemos reducir gastos... pero quejarse es gratis.

HERE WE FUCKIN' GO:
  • La publicidad de Telefónica, constante expolio de ideas ajenas, libres de derechos e indefensas.
  • Los políticos del levante español, quienes han llevado a la ruina a toda la franja mediterránea.
  • Los guionistas de Heroes, serie-fraude por antonomasia para el espectador exigente.
  • Nueva York, segunda residencia para la alta burguesía albaceteña.
  • Alternapijas, bellas y superficiales, que llegan cuando ya se han ido los trend setters, los cool hunters y los early adopters. Absolutamente "te odio, bésame".
  • Media Markt, lacra del consumo (y de la publicidad).
  • Bernd Schuster, el parado de los 7 millones de euros.
  • Dios, que un año más elude sus responsabilidades.
  • Las cafeteras Nespreso y sus spots filmados por Guy Ritchie y protagonizados por Cary Grant. What else?
  • Eidur Gudjohnsen, que ostenta el dudoso honor de ser la única mancha en el Nightmare Dream.
  • Facebook, red social, pantomima y base de datos definitiva. Pero búscame allí.
  • Los dolores de parto académicos previos al nacimiento a un mundo laboral triste y oscuro.
  • Mario Kart para Wii, ese destrozahogares.
  • Las Olimpiadas en China... y China en general (¡con su chino volador!).
  • El proceso judicial contra Carmen de Mairena, artista underground y "doble de voz" de nuestro compañero Adrián (¡tenía que decirlo!).
  • Las voces en la megafonía de El Corte Inglés que, con su tono almibarado, te sugieren qué regalar mientras suena de fondo un coro de niños. Es taaan Un mundo feliz que da grima.
  • Aquellos que subestiman el poder de la Thermomix.
  • Los argentinos, apostados en cada esquina con la puta matera, como diciento: "soy argentino y vos no". ¡Pues claro que no, joder!
  • El autosecuestro del novio de Falete, que logró convertirse en lo más triste que se ha hecho por amor y lo más patético que se ha hecho por la fama. Dos en uno.
  • El Gobierno Valenciano y su interés por que los niños aprendan inglés... en clase de Educación para la Ciudadanía.
  • El corazón de España (Also Known As Aznar-Botella-Aguirre).
  • La reestricción de 70 minutos en Megavídeo, coitus interrupus en la edad de oro de las series USA.
  • Los argentinos.
  • Todo lo que hay entre el 24 de diciembre y el 6 de enero.
  • La nevera de Contrapunto Levante, cuya combinación de turrón caducado, mandarinas y restos de zumo se asemeja al caldo primigenio del cual surgió la vida en nuestro planeta.
  • Trabajar en vacaciones... y las vacaciones indefinidas.
  • Federico Jiménez Losantos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino.
  • La Iglesia que es una -santa, católica y apostólica- y sigue apañándoselas para que el laicismo tenga peor prensa que Amy Winehouse.
  • Los detractores de Juliane Moore, aquéllos que la ven como una madre mojigata y no como el sex-symbol cuarentón definitivo.
  • Kaiser Chiefs, que intentan el peor disco del año en las listas So 2004 y ni eso consiguen (tal honor corresponde a Keane y su transubstanciación ochentera, más vergonzosa aún que la de los Killers).
  • La crisis, luz roja para ti pero verde para el empresario que reduce plantillas y salarios.
  • El martes 23 de diciembre a las 19:34.
  • El 2008, tal cual. Y 2009 será peor.
Merry Crisis and a Happy New Year!

jueves, 4 de diciembre de 2008

Cuento de Navidad.

Érase que se eran cuatro señores muy señoriales: el señor Batten, el señor Barton, el señor Durstine y el señor Osborn. Gente fina, gente importante. Gente bien vestida que sabe de números, ¡vaya si saben! Los señores Batten, Barton, Durstine y Osborn se reunieron un día en Nueva York a tomar el té y tuvieron una idea: "¡Formemos la más grande red de agencias de publicidad del mundo!". ¡Y lo hicieron! ¡Vaya si lo hicieron!

Eso sucedió en 1928. Ochenta años después, los señores Batten, Barton, Durstine y Osborn leyeron un gran rollo de papel que salía de un cascado teletipo y fruncieron el ceño ante los números impresos. "No", dijo Batten. "No, no, no", le secundaron Barton, Durstine y Osborn. Y entonces me llamaron.

"Jaime, eres un buen muchacho", comenzaron. "Jaime, no es culpa tuya", continuaron. Algo no marchaba del todo bien en mi pequeña fábrica de ideas y, de una manera que yo no alcanzaba a comprender, el correcto funcionamiento del engranaje global de la enorme máquina de hacer dinero dependía de cambiar una diminuta, casi insignificante pieza."Un buen muchacho", repitieron. "Siempre entregaste tus deberes, trataste bien a tus compañeros y nunca hiciste novillos". Pero hablaron de números. Daba gusto oírles. También usaron la palabra que empieza por C. Estaba todo muy claro: yo, el más humilde, era también el más importante. Podía ser un héroe. De mí dependía todo. Gracias a mí, los señores Batten, Barton, Durstine y Osborn estarían a salvo. Su gran red de agencias saldría adelante. "Es injusto", comprendieron. "Es necesario", sentenciaron.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Man at his worst # 11: Domingos de resaca.



I'll be the angel on your shoulder.
My name is Geraldine, I'm your social worker.

(Glasvegas lo está petando in the UK con la unión imposible de Editors con Roy Orbison. Seguiremos informando).

viernes, 23 de mayo de 2008

Man at his worst # 10: Viernes, 6 am.

Hace unos pocos años, los viernes me acostaba a la misma hora a la que ahora me levanto para ir a trabajar. Como mínimo.

viernes, 16 de mayo de 2008

Man at his worst # 9: Mientras dormimos.

Podría considerarse la avanzadilla de una selección de Masters of Bajón, pero vamos a dejarlo en un testimonio de esta noche de viernes, de esta semana en la que uno se pregunta qué coño pasará ahí fuera mientras seguimos aquí dormidos.

'While you were sleeping', de Elvis Perkins:



While you were sleeping,
the babies grew,
the stars shined,
and the shadows moved,
time flew, the phone rang...

lunes, 21 de abril de 2008

Man at his worst # 8: Un lunes infame.

Pensé que el maldito lunes había terminado. Salí de la agencia cabizbajo y entregado a la idea de que el martes tampoco sería mucho mejor. Caminé hasta la estación meditando sobre mi vida, pensando en los pequeños y grandes vacíos, fantaseando sobre la idea de ganar el Euromillón y mudarme a la Toscana donde, entre viñedos, conocería el auténtico significado de la vida y a mi amor verdadero. Bien, tal vez era mucho pedirle a la vida, pero en el aburrido camino hasta Renfe la insatisfacción escribe sus propios reportajes en las páginas de Man at his worst.

Finalmente llegué a mi vagón y busqué un lugar junto a una ventanilla. El asiento a mi lado estaba desocupado, y normalmente lo prefiero así. Saqué un libro y mi mp3 y me dispuse a sobrellevar otro viaje en tren igual al de ayer, al de mañana. No contaba con que alguien se sentaría a mi derecha.

Apareció en el vagón con su rebeca granate, su camisa a cuadros y los pantalones grises a escasos centímetros de las axilas (¿dónde demonios compran los viejos esos pantalones?). La prueba del Carbono 14 calculó unos 80 años de edad. Me saludó al sentarse conmigo y, sin más ceremonia, pasó a advertirme sobre los peligros de leer en el tren y, cómo no, de usar auriculares. Pensé que sólo pedía un poco de atención y, como cuesta poco hacer feliz a un anciano, le di lo que quería. Me habló de una novia -otra octogenaria- a la que había visitado. Después pasó a hablarme de sus hijos y sus esposas. A continuación me preguntó si tenía novia y divagó sobre lo bonito de tener pareja. "Yo he tenido muchas novias", dijo. Hasta aquí, todo normal. "Una vez incluso me lié con una madre y con su hija".

¿Perdón?

Me quedé descolocado y, sin embargo, no pude resistir la tentación de curiosear. No tardé en arrepentirme. El viejo comenzó a hablar de aquel, digamos, "triángulo amoroso". Se saltó detalles banales y fue a lo que le pareció más importante: la niña sólo tenía 13 años. "Desde los 13 hasta los 20, siete años". Era oficial: me sentía incómodo. Me removía en el asiento mientras el (¿por qué no decirlo?) pedófilo puntualizaba que todo fue con consentimiento, que la chica "se bajaba las bragas si yo le hacía otros favores". Con tanta naturalidad (¿senilidad?) lo decía que pasó de eso a advertirme sobre la importancia de no "dejarlas en estado". Parecía muy ducho en la materia, y no perdió ocasión de darme algunos consejos sobre anticonceptivos naturales. "Hay que escuchar, es importante escuchar, tenéis que aprender", repetía. A continuación pasó a detallar un método que él encontraba infalible, y en el que combinaba la masturbación previa al acto con el uso de no sé qué fruta durante el mismo. A esas alturas yo ya codificaba su relato como aquellas películas de Canal +. Créanme que no me interesaban esa clase de remedios caseros, y mucho menos imaginarme en pleno acto sexual a aquel hombrecillo arrugado, con restos de baba en las comisuras de los labios y pelillos asomándole por todos los orificios de su cabeza. El "venerable anciano" seguía encadenando expresiones como "hacerse una paja" o "echar un polvo" mientras yo le contestaba con forzada indiferencia esperando así matar su lección magistral.

Por suerte para mí, su viaje no fue muy largo. Recuerdo que se despidió exigiendo casi cierta gratitud por la sabiduría que había compartido conmigo. "Hay que escuchar, es importante escuchar, tenéis que aprender", repetía mientras atravesaba el pasillo del vagón. Se marchaba feliz el viejo salido, dejándome a mí perplejo al comprobar cómo la vida tiene formas verdaderamente impredecibles de ponerle fin a un lunes infame.

domingo, 30 de marzo de 2008

Man at his worst # 7: Música Pop.

"¿Estaba deprimido porque escuchaba música pop, o escuchaba música pop porque estaba deprimido?"

Era la pregunta que se hacía Rob Gordon (John Cusack) en un momento de Alta fidelidad, la estupenda película de Stephen Frears adaptada del best seller de Nick Hornby. Creo que cualquier aficionado al rock and roll con problemas de faldas y cierto síndrome de Peter Punk se habrá sido alguna vez acusado de cierto parecido irritante con el personaje de Cusack, y yo tampoco me he librado.

Cuando soy feliz no hay tanta música pop. Cuando hay trabajo y poco tiempo para pensar no hay tanta música pop. Cuando estoy de fiesta y con amigos no hay tanta música pop. Cuando estoy borracho casi nunca hay música pop. Sin embargo, si me dan dos metros de soledad me desmarco y acabo volviendo al mp3 más melancólico. De pronto brillan los viejos buenos tiempos y desluce el presente. De pronto ni me acuerdo de lo último que hice a derechas, y si alguna vez fui un Man at his best fue hace mucho, mucho tiempo. Basta que algo, que alguien te lo recuerde para caer otra vez en esa maldita música pop.

Cada cual tiene sus discos, sus canciones, sus mitos. La tristeza en la música pop puede tomar formas muy diversas y no excluyentes: desde Belle & Sebastian hasta Johnny Cash, desde Nacho Vegas hasta Family. En algún momento tendré que afrontar la confección de esa lista de discos hirientes, de sangre en las pistas. Últimamente me vuelve a apetecer, aunque no alcanzo a entender si escucho música pop porque estoy deprimido o estoy deprimido porque escucho música pop.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Man at his worst, Especial Navidad.

La Navidad saca lo peor de cada uno. Esa cena de Nochebuena con pequeñas miserias familiares a los postres. Esa madrugada del 1 de enero, con las mejores galas empapadas en alcohol e insatisfacción, y tú seguro de que el nuevo año será tan malo como el pasado.

De todos saca lo peor la Navidad, y si no me creéis mirad este vídeo con el Gran Duque Blanco interpretando 'El pequeño tamborilero' junto a Bing Crosby. ¿Qué esperanza puede quedarnos si ni tan siquiera David Bowie está a salvo?


viernes, 30 de noviembre de 2007

Man at his worst, edición especial.

En realidad no es un Man at his worst, sino un personal (y poco frecuente) Man at his best, un buen momento para variar, pero con mi habitual suspicacia y mis tendencias pesimistas tiendo a no celebrar demasiado las buenas nuevas. La vida son rachas. No es una gran frase, pero es honesta. "That's life, that's what all the people say. You're riding high on April, shot down in May". No lo digo yo, lo decía Frankie.

"I've been a puppet, a pauper, a pirate, a poet, a pawn and a king. I've been up and down and over and out, and I know one thing: each time I find myself, flat on my face, I pick myself up and get back in the race..."

Os dejo con la versión de Los Rodríguez, pa' que se os meta en el cuerpo:

Qué grandes eran, joder.

martes, 20 de noviembre de 2007

Man at his worst # 4.

Hoy en Man at his worst queremos rendir homenaje a los oficinistas. Sí, estoy hablando de ti, no mires para otro lado. Hablo de ti y de ese PC que se cuelga, de esa impresora que se jode, del fax que no funciona, del e-mail que nadie recibe, del imbécil de tu compañero y del gilipollas de tu jefe, a quien no puedes gritarle un "¡¿por qué no te callas?!". Para todos vosotros, este vídeo:

viernes, 16 de noviembre de 2007

Man at his worst # 3.

Unas pocas líneas para la autocompasión: después de un tiempo advirtiéndome con comportamientos defectuosos y reacciones extrañas, mi PC murió ayer. Durante las últimas semanas desoí a quienes me aconsejaban que formateara, y más aún a quienes directamente decían "Get a Mac". Como rezaba la copla, "me lo dijeron mil veces/ pero nunca le quise poner atención". ¿Qué me queda ahora? Bien poco. Este desastre informático me ha robado muchos archivos, algunos importantes. Toca rehacer mucho trabajo, reinstalar Photoshop y Freehand, revivir mi portfolio. Reconstruir mi pequeña Nueva Orleans.

Todo me pasa por confiar en un sistema operativo con cara de señor que guiña los ojos y saca la lengua: XP.

Aquí van unos cuantos vídeos de PC VS. Mac, por puro despecho:

Sirva todo esto de disculpa si no posteo con frecuencia.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Man at his worst # 2.

Hace unos días, por culpa de una gaviota expresé mi miedo a convertir este blog en otro Yonkis, y un buen amigo (repites link!) me animó a asomarme al reverso tenebroso y llenar CSI de hembras.

Algo tendré que hacer.

Al fin y al cabo, la etiqueta Man at his worst busca ser la versión en negativo de Esquire o GQ, e igualmente necesita del bello sexo. Pero ¿qué clase mujeres encajan en un apartado dedicado a la derrota y a la soledad? En Man at his worst sólo tienen cabida las señoritas problemáticas, desequilibradas. Bellezas tóxicas que fuman bien pero no saben beber. Así son las mujeres en Man at his worst: un vuelo de bajo coste hasta el bar más cercano.

Por derecho propio, la primera mujer de esta sección es Cat Power… con sus muchos excesos y sus pocos defectos:

Diosssanto...

PD: Sí, en mi descripción de las mujeres problemáticas me he acercado peligrosamente a La Costa Brava.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Man at his worst # 1.

En 2002, próxima ya su muerte, Johnny Cash editó American IV: The Man Comes Around, su cuarta colaboración con el productor Rick Rubin, quien convenció al mito para versionar 'Hurt', un tema de Nine Inch Nails que parecía hablar de la tormentosa vida del propio Cash.

'Hurt' es el hombre y sus miedos, sus fracasos, sus adicciones. El hombre, sus remordimientos y sus culpas. El hombre y sus frustraciones. El hombre y sus demonios interiores. El hombre contra su vida y contra su muerte. Man at his worst.

Pero no un hombre cualquiera.

El hombre de negro.

...and you could have it all,
my empire of dirt.
I will let you down,
I will make you hurt.

viernes, 26 de octubre de 2007

Man at his worst # 0.

Ya está en los quioscos el segundo número de la revista Esquire en su edición española. Sobre la original americana decir que comenzó a publicarse en 1933, editada por la Hearst Corporation (sí, William Randolph Hearst, el de Ciudadano Kane). Desde sus inicios, el magazine combinó los textos de ilustres colaboradores (Ernest Hemingway, F. Scott Fitgerald) con fotografías de bonitas pin-up’s. Esquire se publicita como “La revista inteligente para hombres interesantes”, y la calidad de sus reportajes y entrevistas es innegable, aunque sin duda el público objetivo de la revista tiene más edad, fortuna y éxito social que yo. De no ser así, no estaría escribiendo esto.

De hecho, lo que pretendo es dar cabida aquí a lo que Esquire excluye. Propongo un espacio para los perdedores, para los solitarios o abandonados, para los desorientados, para los desesperados o desencantados, para los millones que no compraron el billete ganador, para los que escuchan canciones tristes porque se sienten mal o para los que se sienten mal porque escuchan canciones tristes. ¿Fama? ¿Fortuna? ¿Belleza? Derrota, cantinas de estación, malas mujeres. La tristeza y el fracaso también tienen a sus referentes, sus mitos, sus grandes películas, sus discos imprescindibles. Es hora de reivindicarlos.

Si el lema de Esquire es Man at his Best (el hombre en su mejor momento), entonces este espacio debe llamarse Man at his Worst.

El hombre... en su peor momento.