No, no pretendo hablar del
euríbor, del precio del transporte público o de cuánto cuesta un café. Hoy me apetece recomendaros un
cómic, uno de
Neil Gaiman, autor de quien
ya hablé hace unos días a propósito de
Stardust. Se trata de
Muerte: El alto coste de la vida, una historia protagonizada por ella misma. Por la Parca.
Muerte hizo su aparición en el número 8 de la brillante serie
The Sandman, que narra las aventuras del señor del Reino del Sueño,
Morfeo, y su relación tanto con el "mundo consciente" como con sus seis hermanos,
Los Eternos (Destino, Deseo, Delirio, Desespero, Destrucción y aquélla que protagoniza esta entrada). En aquel número, Morfeo acompañaba a su hermana mayor en su rutinaria "jornada laboral", que poco tiene de tétrica. Nada que ver con
El séptimo sello de
Bergman.
Gaiman imaginó una Muerte amable, que se preocupa por los problemas humanos. "Una Muerte como la que me gustaría encontrarme cuando llegue mi hora", dijo el autor. Su aspecto es el de
Siouxie Sioux y su encanto el de
Amélie.
El alto coste de la vida cuenta un día en la vida de
Sexton Furnival, un joven con tendencias suicidas cuyo camino se cruza con el de una muchacha risueña y de
look gótico llamada
Mimi.
Mimi no es otra que la propia Muerte personificada, que un día de cada cien años adquiere forma mortal para conocer de cerca aquello que arrebata a los humanos: la vida. A su lado,
Sexton escapará de su triste existencia, de sus padres divorciados y distantes, de las miserias mundanas, de la apatía, de la gente gris que le rodea. Juntos descubrirán que la vida es mucho más, y aprenderán a apreciar las pequeñas maravillas cotidianas.
Lo bonito de
El alto coste es la perfecta fusión de realidad y fantasía, la confluencia del mundo mágico de la Muerte con la realidad urbana de Nueva
York. Central
Park, taxis amarillos, puestos de
hot-
dogs, y a la vuelta de la esquina entra en escena una vieja inmortal que va buscando su corazón o un viejo ermitaño que pretende usurpar el poder de la Guadaña.
En definitiva, una pequeña maravilla en viñetas que desde la más absoluta sencillez reflexiona sobre la vida, la muerte y todo cuanto hay entremedias.
Leedlo y ya me contaréis.
+Unas semanas atrás charlaba con
un amigo sobre este
cómic, y la conversación nos llevó a imaginar una adaptación cinematográfica de
El alto coste. Al parecer, dentro de un tiempo no habrá mucho que imaginar:
Gaiman trabaja en un guión que él mismo dirigirá para
New Line Cinema, bajo la producción de
Guillermo del Toro. Una colaboración prometedora, aunque en mi cabeza esta película se rodó hace tiempo. Tenía la magia de
Tim Burton y el encanto costumbrista del mejor
indie americano. La combinación de
Eduardo Manostijeras y
Garden State. Sí, puedo imaginar a
Mimi diciendo: “
Tienes que escuchar esto. Te cambiará la vida”.